Por una parte, la certeza sobre el comportamiento del SARS-CoV-2 en pacientes con cáncer es limitada. No obstante, es probable que si estás sometido a tratamiento oncológico inmunosupresor puedas tener una mayor susceptibilidad al mismo y una mayor incidencia de complicaciones asociadas, como ocurre con otras infecciones virales respiratorias como la gripe.
Por otra parte, no hay evidencia de que el coronavirus COVID-19 empeore la propia patología tumoral. Sin embargo, si eres paciente oncológico se podría asociar a un cuadro clínico más severo, cuya gravedad podría verse incrementada si se asocian otros factores como la edad avanzada o la presencia de otras comorbilidades.
También es importante mencionar que El Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) ha advertido de la especial vulnerabilidad de las personas con tumores de pulmón y bronquios ante el COVID-19, ya que afecta a las vías respiratorias, pudiendo causar neumonía y dificultad respiratoria aguda. Además, aconsejan aplazar las revisiones rutinarias, siempre que no sea estrictamente necesarias, para evitar exposiciones o colapso del sistema. Para el día a día de los pacientes, desde el GECP se propone limitar al máximo las salidas al exterior de sus domicilios, así como extremar las medidas de higiene para evitar el contagio por coronavirus.
Si estás en tratamiento oncológico debes continuar acudiendo a los hospitales onco-hematológicos o a los servicios de oncología radioterápica para recibirlo. Esto supone que, si tienes infección o sospechas de infección por COVID-19, debes notificarlo a los profesionales de la salud para que puedan tomar las medidas necesarias en estas unidades.